Jorge Molina, un matador debutante forjado paso a paso

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El toledano hará el paseíllo este sábado en la primera clasificatoria de la Copa Chenel a celebrar en Valdilecha con toros de Flor de Jara y Cerro Longo

Su pasión por el toreo comenzó gracias a su abuelo, único aficionado taurino en una familia sin tradición directa en el oficio. Formado en la escuela José Cubero «Yiyo» de Madrid, Molina desarrolló un estilo clásico, aplomado.

Su debut con picadores fue el 7 de septiembre de 2019 en Ampuero (Cantabria), alternando con Daniel Barbero ante novillos de Hermanos Domínguez Camacho, cortando una oreja. La pandemia interrumpió su progresión, pero retomó con fuerza en 2021, toreando 8 novilladas. En 2022, destacó al ganar el Alfarero de Oro en Villaseca de la Sagra, cortando tres orejas a un encierro de Cebada Gago.

El 2023 se consagró como novillero: lideró el escalafón con 26 festejos, cortó 23 orejas y un rabo, y toreó cuatro tardes en Las Ventas, debutando en San Isidro (23 de mayo) con sendas ovaciones ante novillos de Montealto. Triunfó en ferias como Arnedo, Málaga (oreja y vuelta al ruedo), Almería y Villaseca, donde logró el premio a la mejor faena del Alfarero de Oro, convirtiéndose en el primer novillero en obtener todos los trofeos del certamen (Alfarero de Plata 2017, Alfarero de Oro 2022 y mejor faena 2023).

Tomó la alternativa el 15 de septiembre de 2024 en Madridejos (Toledo), con Morenito de Aranda como padrino y Álvaro Lorenzo como testigo, ante toros de Alcurrucén, saliendo por la puerta grande. En su etapa de novillero sumó 64 festejos, destacando por su constancia y un toreo de corte clásico. Ahora, como matador, estará presente en la Copa Chenel 2025, aspira a confirmar en Madrid y consolidarse en el escalafón superior, manteniendo su filosofía de «ganarse las cosas poco a poco».