El semifinalista de la segunda edición de la Copa Chenel fue ayer lo más destacado de la tarde en Las Ventas
Alternó cartel con Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez para lidiar un encierro de la ganadería gaditana de El Torero. Digno con un primero en su vuelta al coso madrileño, no fue fácil el abreplaza. Por naturales dejó lo más destacado de la faena a un astado que soltaba la cara al salir del embroque.
El cuarto salió suelto, manseó en el tercio de varas, sin fijar en el caballo. La cara arriba, no humilló en ninguno de los dos primeros tercios. A Juan Carlos Rey le cortó en el primer intento cuando se disponía a poner los palos. Resolvió con dos pares ajustados, en la cara del toro, que se la echó al pecho y saludó una ovación tras el tercio.
Genuflexo Galván, comenzó la faena de muleta doblándose por el pitón derecho. Nadie de los presentes presuponía un inicio de faena de ese calado, pero, sobre todo, una faena completa en su conjunto.
Bajaba la mano el gaditano, el toro se acopló a la embestida y al ritmo que Galván propuso. Fino en el embroque, sin apenas enganchones, echando la muleta al hocico y recogiendo en la salida del muletazo. Fueron 4 tandas, sin contar la de inicio ni la de cierre.
Enterró la espada, únicamente una bola en el sitio se atisbaba. Posiblemente, hasta ahora, la estocada de la feria. No tardó en doblar “Dardillo”. Nuevamente genuflexo acabó Galván. Igual que empezó, pero en este caso mirando al cielo consciente de que había firmado una vuelta a Madrid de mucho peso. Cortó una oreja sin discusión.
Lo que hace dos años volvió a comenzar en Alalpardo, ayer se reafirmó en Madrid, con la vista puesta en un 2024 cargado de fechas importantes.