
El nombre de Daniel Crespo ha sonado con fuerza durante toda la Copa Chenel 2025. Con una trayectoria marcada por la constancia y el esfuerzo, el torero gaditano ha encontrado en este certamen mucho más que un puesto en la final: ha encontrado un nuevo impulso para seguir soñando.
“Para mí ha significado volver a encontrar la ilusión y volver a creer en mí para seguir luchando en esta profesión”, confiesa Crespo al recordar lo que ha supuesto su paso por el circuito madrileño. Cinco tardes, cinco oportunidades para mostrar su concepto del toreo y dejar claro que su nombre tiene aún mucho que decir.
Aunque todas las faenas han tenido su importancia para avanzar de fase en fase, hay una que Daniel guarda en un rincón especial de su memoria: la de Navas del Rey. “Esa tarde significó mucho para mí, di un paso más en mi concepto del toreo”, explica. Un paso firme, de madurez, que le impulsó hasta la final del certamen.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. La final le dejó un sabor agridulce, marcado por la espada. “Sin duda, pinchar los toros en la final fue el momento más difícil. Había matado bien todos los toros del certamen y justo en el momento donde no había que fallar, pinché. Fue una pena porque eso marcó mucho la final”, lamenta.
Lejos de rendirse, Crespo se queda con lo positivo. “Me alegra que no se haya visto todo lo que puedo dar, porque el día que se vea todo querrá decir que ya he tocado techo. Todavía tengo muchas cosas que decir en esta profesión”, asegura con la mirada puesta en el futuro.
Su balance del certamen no podría ser más claro: satisfacción y orgullo. “Llegar hasta donde he llegado lo hubiera firmado desde el principio. He conseguido mostrar mi concepto a la gente y he crecido en mi toreo, por lo cual me siento feliz y orgulloso de lo que he conseguido”, concluye.
La Copa Chenel 2025 deja así la imagen de un Daniel Crespo renovado, más fuerte y con una ambición intacta, dispuesto a seguir escribiendo páginas importantes en su carrera.

