
Diego Carretero, matador de toros albaceteño, se define a sí mismo como un apasionado de los animales. Esa pasión le llevo a conocer al toro como animal y eso le dio la oportunidad de conocer el toreo. Vivir desde dentro el mundo del toro “me ha permitido lo que es amar al toro y lo que es amar esta profesión”.
Su trayectoria como matador de toros, tras tomar la alternativa el 23 de junio de 2018, ha sido muy corta en cuanto a tardes se refiere pero “los compromisos que he toreado no han sido fáciles, han sido comprometidos y siento que he dado el cien por cien en cada momento”.

Los momentos de parón le han servido para aprender e ir creciendo cada día y la Copa Chenel “es lo único que tengo ahora mismo y representa algo muy importante, sobre todo para levantarme cada día con una ilusión nueva”. Uno de los puntos más difíciles de su carrera fue la temporada pasada, una lesión a las puertas de torear en Madrid le apartó de las plazas durante toda la temporada y eso le sirvió para ver las cosas de otra manera y para “enfocarme más e intentar dar lo mejor de mí en cada momento”.
Bajo su punto de vista, su punto más fuerte es la capacidad para “venirme arriba en los momentos más difíciles y creo que la Copa Chenel es importante para seguir evolucionando y creciendo como torero”.
De momento solo tiene firmada la corrida de este domingo en Cercedilla, el quinto festejo clasificatorio de la Copa Chenel, frente a los astados de Guadajira y Quintas y siempre pensando en que “venga lo que venga, bienvenido sea”.