
El pequeño de los Jiménez afronta una temporada importante en su trayectoria para dar el aldabonazo definitivo y entrar en el circuito de las grandes ferias
Sevillano de nacimiento, Borja Jiménez tuvo una etapa como novillero en lo más alto del escalafón. Tras triunfar en plazas como Sevilla, Pamplona y el Puerto de Santa María, el bajón tras la alternativa le hizo pensar en su toreo y reflexionar sobre el concepto que quería mostrar a la afición.
Es uno de los tres representantes de la ciudad hispalense en la Copa Chenel. La importancia del certamen es algo que quiere resaltar y como el mismo Borja comenta “se ha hecho con mucho respeto hacia los toreros, con mucha categoría y mucha seriedad. Creo que es un formato que está cogiendo muchísima fuerza y le sirve mucho a los toreros”.

Su compromiso, este domingo en Cercedilla, la quinta corrida clasificatoria de la Copa Chenel, es el segundo de su temporada. El 28 de febrero triunfó en la localidad sevillana de Cantillana, y posteriormente confirmar en Madrid el día 9 de abril (Domingo de Resurrección) y torear en Sevilla el 16 de abril la corrida de “los seis toreros sevillanos”.