El subcampeón de la Copa Chenel hará el paseíllo el próximo domingo en Las Ventas en un final de temporada que se ganó con sus actuaciones en el certamen
Quedan días para que Ángel Sánchez, subcampeón de la Copa Chenel 2022, regrese a la plaza más importante de mundo, en la Feria de Otoño, después de cortar una oreja el 15 de agosto, día de la Paloma. Una fecha que se ganó con sus actuaciones en el certamen.
Si echamos la vista atrás unos meses, vemos a un torero que fue evolucionando en la Copa Chenel, tarde tras tarde hasta llegar a la final, donde mostró su mejor versión en todo el certamen. “Me quedo con la satisfacción de haberme ido clasificando tarde tras tarde y dando una nueva imagen de mi cada día porque eso ha hecho que llegue hasta la final y el nombre de Ángel Sánchez vuelva a sonar».
Se quedó a las puertas de alzarse campeón en una final de infarto, en la que mostró su mejor versión. Reconoce que “la tarde de la final fue muy bonita compartiendo cartel con un amigo y pudiendo ganarla cualquiera, di todo de mí”.
Aunque no ganó, cuenta que está recogiendo los frutos, y agradece la oportunidad que la Copa Chenel brinda a los toreros, y es que “a pesar de no haber sido el ganador, me está sirviendo mucho porque la gente pone cara al nombre de Ángel Sánchez. Yo estaba fuera del combate y si no es por la Copa Chenel, estaría en el mismo sitio por la falta de oportunidades”.
Paseíllo en Las Ventas
El próximo domingo hará el paseíllo el 2 de octubre en el inicio de la Feria de Otoño en Las Ventas, la plaza más importante del mundo. Después de aquella tarde de agosto, sabe la importancia que tiene este compromiso a final de temporada y reconoce que “gracias a la Copa Chenel estuve anunciado el 15 de agosto y lo estoy ahora en la Feria de Otoño”.
Un compromiso de lo más importante que afronta “con la mayor ilusión, responsabilizado ya que la Feria de Otoño es de mucha importancia y un triunfo lo arreglaría todo”. Y es que llega el final de una temporada que a principios de año no se imaginaba “ni mucho menos, ni el mismo día de la final de la Copa Chenel pensé que iba a terminar el año toreando en la Feria de Otoño”.
El destino es muy caprichoso, hace un año trabajaba en una perrera y un año después acartelado en la primera plaza del mundo. Como reflexiona Ángel, “mira lo que son las cosas y como cambia la vida de un momento a otro”.